Una vez más a uno de mis alumnos de
doctorado le han recomendado disminuir sus aspiraciones académicas aduciendo
que el proyecto es ambicioso, como si eso fuera malo. La recomendación es bien
intencionada, supongo.
Un comentario así hace que el estudiante
se cuestione el alcance de sus objetivos y tienda a recortarlos, teniendo en
mente terminar rápido por su bien (porque la beca se acaba) y su director de
tesis (un graduado más que va al CV) y la institución (cumplimiento de
indicadores de desempeño). Todos felices, contentos y productivos.
La pregunta es: ¿Cómo decidir el alcance
de los objetivos?
Para saber hasta dónde podemos llegar es
necesario hacer una planeación estratégica, es decir, un análisis de los que se
quiere hacer considerando los recursos materiales y humanos con los que se
cuenta y analizando los tiempos de ejecución de las tareas a realizar,
utilizando una matriz con las siguientes columnas: Objetivo general, objetivos
específicos, actividades, tiempos y responsables. Para el cumplimiento de los
tiempos de elaboración del proyecto se debe hacer un análisis detallado del
cronograma de actividades, esto es de capital importancia.
Figura 1. Festejando el premio agua sustentable 2014 por la tesis doctoral de Yameli Aguilar
Una vez realizada esa matriz de
congruencia se procede a evaluar las fortalezas y debilidades al interior del
equipo de trabajo. Una tesis con objetivos cortos no requiere una planeación estratégica
detallada ya que casi todo dependerá de profesor y del alumno. De todos modos
es muy conveniente que se haga dicho análisis.
Cuando se hace una tesis “con objetivos
ambiciosos” o de altas miras conlleva un análisis detallado de las fortalezas y
debilidades, las preguntas son: ¿Tenemos todos los materiales, equipos y
capacidades que necesitamos? ¿Es necesario hacer alianzas para atender las
debilidades? ¿Cuáles son nuestras fortalezas con las cuales podemos alcanzar
los objetivos básicos e incluso llegar más lejos? ¿Cómo las mantenemos? ¿En el
supuesto caso de que algo falle, tenemos plan B?
Posteriormente se continúa con el
análisis de las oportunidades y amenazas que vienen de fuera, lo que no está en
nuestras manos arreglar. Por ejemplo, la devaluación de la moneda (hacer un
presupuesto calculando la inflación y estimando el tiempo de asignación y
liberación de los recursos), el cambio en las políticas educativas (estar al
tanto de lo que sucede en el país y en el mundo), los nuevos temas de investigación
(mapas digitales, carbono en el suelo, suelos urbanos, por ejemplo), los temas
de financiamiento (cambio climático, contaminación, por decir algo). La idea es
que hay que prever las cosas que podrían pasar y estar atento a realizar los
cambios que permitan llegar a buen puerto.
Figura 2. Premiación de la tesis doctoral en un concurso a la mejor tesis doctoral en ciencias ambientales de Patricia Fragoso. También tesis con mención honorifica en su institución
Yo diría que más que calificar los proyectos
de ambiciosos o no, habría que calificar la planeación de los proyectos, buena o
mala.
Por otro lado, inducir a pensar en chiquito
a los alumnos de posgrado es como cortarles las alas. Yo creo que los desafíos
intelectuales y administrativos los motivan a superarse y estar alerta constantemente
en el desarrollo de la investigación. De esta manera no llegaran a conclusiones
del tipo: “hay que repetir el experimento o estudio pero ahora si hacerlo bien”.
Dos lemas uso con mis colaboradores:
Individualmente hacemos un bueno trabajo, juntos
hacemos maravillas
"Ninguno
de nosotros es tan listo como todos juntos.
Blanchard,
2000"
Un excelente texto, para reflexionar. Muchas gracias, Pancho
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