jueves, 25 de junio de 2020

Me enamoré del suelo: Dra. Margarita E. Gutiérrez Ruiz

Dra. Margarita E. Gutiérrez Ruiz.

Cuando una persona nos atrae generalmente es por su aspecto y también por lo que dice y hace. Con el tiempo, podemos conocer su interior que hace surgir “la química”, que puede terminar en un enamoramiento. Análogamente el suelo se volvió mi tema de estudio. El amor por él empezó de pequeña, me encantaba hacer loditos y me preguntaba porqué se podía lograr algo tan brillante maleable y que podía ser utilizado como arma para las luchas entre niños. Observé que no todos los suelos servían algunos eran arenosos. Además, en mi Ciudad, Oaxaca había muchos alfareros y me fascinó ver como hacían con barro ollas, jarrones, etc. y todavía más ver como las plántulas de frijoles germinados en algodón morían si no se trasplantaban al suelo, pero al hacerlo crecían y se volvían plantas adultas. Adicionalmente, cuando salía a la carretera veía como había suelos de diferente color: rojos, amarillos, blanquizcos y casi negros. Los paisajes eran encantadores y yo le pedía a mi mamá que los colectara pera que se utilizaran en Navidad para el nacimiento. Además, fue fuente de muchas preguntas ¿porqué eran maleables cuando se mojaban y brillaban? ¿porqué tenían diferentes colores? Me volví una preguntona y decidí ser científica, estudié química en la UNAM.

 

Me alejé muchos años de cualquier tema relacionado con el suelo, pero el destino me volvió a acercar, pues empecé a trabajar en temas de contaminación por residuos industriales y municipales, y me di cuenta que el aire se podía limpiar, el agua también pero el suelo era el depósito final y se le dañaba seriamente, pues perdía sus valiosas e importantes funciones ambientales (retención del agua y purificación, insolubilización/degradación de contaminantes, alimentación de plantas y fauna edáfica, y protección del subsuelo). Pero a pesar de todos estos beneficios no lo valoramos. Cuando lo contaminamos, en el mejor de los casos, solamente se le remueve y confina, perdiéndose para siempre.

 Observé que a diferencia del agua y del aire, su composición es muy variable, y no pueden fácilmente desarrollarse soluciones generales. Me pregunté como había sido posible haber destruido los suelos más fértiles de los valles cubriéndolos con edificaciones, o haber contaminado la zona agrícola más productiva y que conforma un ejemplo de sustentabilidad mundial como lo es Xochimilco, o haber desecado el lago de Texcoco dejando al descubierto sedimentos que ha formado suelos salino-sódicos-alcalinos que con toda ignorancia se creen aptos para construir sobre ellos. Cada día, emisiones industriales contaminan y salinizan amplias zonas de suelo, las técnicas agrícolas mal manejadas los hiper-fertilizan y se contaminan con elementos potencialmente tóxicos y compuestos orgánicos no biodegradables..

 

Al buscar soluciones para estudios de caso, tuve que entender lo que pasaba en los suelos contaminados, cambié mi visión del suelo restringida a sus propiedades físicas posibles de ser observadas a simple vista, a estudiar los procesos químicos que las explicaban. Mi formación la logré leyendo y estudiando, aprovechando las fuertes bases en química y físico-química, especialmente en termodinámica; apoyándome con el contacto de investigadores, inclusive hice una estancia en Reading en Inglaterra.  Formé al primer grupo de biogeoquímica ambiental e implementé un laboratorio en el que he podido formar alumnos de los cuales me siento muy orgullosa, ya que me superaron, por ejemplo, Francisco Bautista, Mario Villalobos, Laura Ortiz y muchos más. 

 

Junto con todos mis alumnos y colaboradores hemos podido recuperar grandes áreas de suelos contaminados, evitando hasta donde es posible su remoción y confinamiento, y en cambio buscando métodos para conservarlo con diversos métodos, pero especialmente mediante, la estabilización química que busca la formación de compuestos insolubles termodinámicamente estables bajo condiciones extremas ambientales y/o la transformación de los contaminantes orgánicos en formas no tóxicas.

Puedo decir que después de 45 años en la UNAM, el suelo ha sido el piso de mi vida. Espero que muchas mujeres les pasé lo mismo, que se enamoren como yo de él, y lo seleccionen como tema de estudio, ayudando a protegerlo, e indirectamente también al agua, aire y a todo ser viviente. Les auguro diversión y emoción en su trabajo, y éxito y felicidad profesional.



sábado, 20 de junio de 2020

Entrevistas a edafólogos mexicanos: Dr. Gerardo Cruz Flores

Dr. Gerardo Cruz Flores
1.      ¿Cómo te interesaste por primera vez en las ciencias del suelo?

Durante mi formación de Licenciatura como Biólogo en la Entonces ENEP y ahora FES Zaragoza UNAM elegí, de las salidas terminales que se ofrecían (Genética, Ambientalismo, Limnología y Edafología) a ésta última porque al realizar una tarea de Suelo (materia de 7º semestre), me atrapó el libro Las condiciones del suelo y el desarrollo de las plantas de Russell y Russell (Sir. E. John Russell y E. Walter Russell) que para fines de los 70´s ya era un clásico de la literatura edafológica y desde entonces, y ya para siempre quede enamorado de la Edafología, área terminal o ciclo de semi-especialización en la que realice mis proyectos de investigación. Recuerdo mis proyectos de evaluación de la fertilidad de un suelo en Calimaya, Estado de México, levantamiento de suelos en las inmediaciones de la Presa Taxhimay, en Villa del Carbón, México y Tepeji del Río, Hidalgo y mi tesis sobre la influencia de B, Fe y Zn, en el desarrollo de la Fresa en Abasolo, Guanajuato.


 2.      ¿Quién o quienes te motivaron a estudiar las ciencias del suelo?

Además de mi profesor de Laboratorio de Ciencias Básicas I y II, el Ingeniero Químico Enrique Gil Flores, que nos introdujo en el análisis químico de agua y suelo, quiero expresar mi sincera gratitud al primer Coordinador de la Carrera de Biología de aquella ENEP Zaragoza, el Maestro Manuel Faustino Rico Bernal. Además de su cargo académico administrativo, el Maestro Rico, como se le decía cariñosamente, fue mi profesor de Ecología y, en sus clases, además de dar cátedra de una “Nueva Biología”, menos descriptiva, más experimental y conservacionista, debió exponer también todas las características de cada salida terminal y al hablar de los suelos desde la óptica de la Ecología de los ecosistemas terrestres, la sucesión y la Evolución biológica confirmaron en mí, la elección por la Edafología como salida terminal. El mismo profesor impartió, a mi generación, la materia de Administración de los Recursos Naturales y en ésta se enfatizaba ya, la necesidad de reconocer un valor especial al capital natural derivado de los recursos naturales entre los que destaca por su importancia multifuncional, el suelo.


3.      ¿Quién o quienes te ayudado a formarte como edafólogo?

Durante la licenciatura el Plan modular de aquellos años requería, en los Laboratorios Integrales de Biología, de cuatro profesores, así recuerdo a varios profesores como Teobaldo R. Cisneros Ibáñez, Francisco Barbosa Corona, Josefina García Ojeda y J. Rubén Zulbarán Rosales que fortalecieron mi deseo de dedicarme al estudio de los suelos pues tenían en común, al llegar a ENEP Zaragoza, el haber sido formados en la Facultad de Ciencias de la UNAM, por el Maestro Nicolás Aguilera Herrera uno de los pioneros de la Edafología en México pues baste decir que él fue Co-fundador de la Rama de suelos del Colegio de Postgraduados (1959). Este fue el grupo de profesores que participaron -así lo digo yo- en mi primer bloque de formación edafológica.
Algunos años después, al ingresar como docente en mi alma mater, y con la obligación moral y ética de ampliar mis conocimientos para el mejor ejercicio de mi trabajo en la investigación y la docencia, decidí ingresar a la Maestría en Edafología en el Colegio de Posgraduados, donde tuve la fortuna de tener como profesores a fisiólogos vegetales y edafólogos muy distinguidos como El Dr. Juan Luis Tirado T., Dr. Gabriel Alcántar, G., Dr. Enrique Ojeda T., Dr. Jorge D. Etchevers B., Dr. Antonio Trinidad Santos, Dr. Ronald Ferrera C., Maestro Alfredo Echegaray A., Roberto Quintero Lizaola, María de las Nieves Rodríguez y otros Doctores que, en diversos cursos y seminarios, contribuyeron a mi formación como edafólogo, cito al Dr. Roberto Núñez E., Dr. Carlos L. Ortíz Solorio, Dr. Manuel Anaya G., Dr. Lenom Cajuste.

En mis estudios de doctorado, tuve nuevamente la oportunidad de ampliar mis conocimientos y seguir aprendiendo de los Doctores Jorge Etchevers y Gabriel Alcantar González del COLPOS, la Dra. Ma. Edna Álvarez Sánchez de la UACH y hasta ahora la única mujer que ha presidido la Sociedad

Mexicana de la Ciencia del Suelo y de mi Director de tesis, el Dr. David Flores Román y el Dr. Jorge Gama Castro, la Dra. Norma Eugenia García Calderón y el Dr. Julio E. Campo A. de la Facultad de Ciencias y de los Institutos de Geología y de Ecología de la UNAM. Asumiendo que el maíz y el trigo son por excelencia productos fundamentales en la alimentación humana y que otra opción alimenticia y también forrajera es el triticale (híbrido de centeno y trigo) ya ha sido utilizado en varias regiones de México por su resistencia a heladas y sequía o también por sus buenos rendimientos en suelos de baja fertilidad y poseer alto contenido proteíco, el reto fue conocer los genotipos a utilizar en la investigación. El reto fue resuelto mediante un estudio de evaluación de la eficiencia de uso de nitrógeno y fósforo de un mínimo de seis genotipos de cada una de las tres especies haciendo colecta de variedades criollas de maíces y trigos en diversas comunidades de los cinco municipios del distrito de riego de Valle de Bravo y las colectadas se juntaron a los triticales ya obtenidos de investigaciones previas en los municipios de Villa Victoria y Villa de Allende, Estado de México para evaluar en todas las variedades y genotipos su eficiencia de uso en N y P. Fue un gran reto, porque una vez colectadas, hubo de realizar muchas adaptaciones en un invernadero dedicado más a la propagación de plantas que a la investigación. 2. Una vez conocida su eficiencia de uso en N y P.    Otro reto era saber si la baja o la alta eficiencia de uso de N y P de esos genotipos era atribuida a mecanismos fisiológicos o morfológicos o ambos, lo cual se enfrentó mediante un set de tres experimentos donde se seleccionaron de cada especie un genotipo o variedad de alta y otro de baja eficiencia observando las relaciones entre eficiencia de uso de N y P: a) con actividad enzimática (Nitrato reductasa, glutamina sintetasa, Ureasa, fosfatasas) de las raíces,  b) su morfología radical, (longitud, biomasa fresca), c) su capacidad de modificar el pH en los suelos ácidos en que se desarrollaban (Un Nitisol y dos Andosols) y d) en un experimento en campo evaluar la contribución con asociaciones con micorrizas arbusculares.


 4.      ¿Cuál fue el reto más difícil de superar durante el doctorado? y ¿cómo lo superaste?

Mi investigación de doctorado consistió en el estudio de Mecanismos de adaptación de la raíz de cereales ante estrés nutrimental en suelos ácidos y con el objetivo de hacer aportes para generar y aplicar el conocimiento en forma original e innovadora, hubo varios retos:

 

5.      Cuéntanos alguna anécdota sucedida durante tus estudios de doctorado.

 Realicé el doctorado estando con contrato vigente y laborando como profesor de la carrera de Biología (Obvio sin apoyo de CONACYT o DGAPA) pero por fortuna tuve el apoyo de mi carrera para adaptar una sección del Invernadero de la FES Zaragoza UNAM en el que monté un sistema hidropónico con cuatro bancales para 320 macetas de 4 l c/u y todas debían contar con un sistema de aireación de flujo constante. El cual armé con materiales de instalación de peceras (tubería, conectores y válvulas) que recibían aire filtrado proveniente de una compresora ordinaria. La expresión de uno de mis consejeros cuando vio el sistema por vez primera fue de gran sorpresa pero satisfactoria al notar la fuente de aireación y sobre todo la regularidad de distribución en las unidades experimentales.

Se platica rápido, pero eso requirió de mucho tiempo de calibración y regulación.

 6.      ¿En qué tema edafológico estás pensando ahora?

La evolución biológica y la ecología son ciencias integradoras de la Biología, por eso me he enfocado en estudiar la Ecología del Suelo ya que es indiscutible el papel del suelo en la producción de cereales, legumbres, hortalizas, oleaginosas, frutas, forrajes para el ganado y aves de corral y de todo tipo de materias primas fundamentales para diversos campos de la industria farmacéutica, textil, etc.

El suelo es también un elemento fundamental para la salud de los ecosistemas naturales de los que provienen infinidad de servicios ambientales como cosecha y purificación de agua, captura de carbono, mantenimiento de la diversidad biológica, recirculación de elementos biogenésicos, filtración y eliminación de contaminantes tanto de la hidrosfera como de la atmósfera dado el comportamiento del suelo como reactor químico y muchas funciones más.

El suelo es recurso fundamental ya sea en el campo agropecuario o en los ecosistemas naturales por lo que se requieren, antes de que aumente su destrucción por erosión o por degradación física o química, estudios integrales que permitan enfatizar en los procesos que intervienen en la formación o génesis de suelos, estudiar los caracteres para su clasificación científica y conocer los factores intrínsecos y extrínsecos del suelo que intervienen en los procesos relacionados con las múltiples funciones del suelo que es lo que podemos denominar Ecología del suelo. Formar equipos multidisciplinarios es la clave para abordar estos tópicos en su conjunto

7.      ¿Qué artículo reciente ha atrapado tu atención y por qué?

Difícil respuesta porque a diario surgen publicaciones de gran interés científico, pero uno reciente o algo reciente (2019) me gustó mucho porque no solo aborda una guía para modelar el ciclo del carbono en varias escalas de los ecosistemas y formula acciones concretas para aminorar la concentración de CO2 atmosférico sino que además es un buen ejemplo de trabajo conjunto de edafólogos, ecólogos, botánicos, geógrafos, climatólogos, y geomorfólogos entre otros (26 autores) a quienes seguramente les importa más el producto final (conocimiento y aplicación) que quedar bien parados con  un sistema de evaluación de productividad académica como los de México (CONACYT, DGAPA u otros) que les anularía méritos por la cantidad de coautores que intervienen en el documento.

El artículo es el siguiente:  Zhou, G, Xu, S., Ciais P., Manzoni S., Fang J., Yu G., Xuli T., Ping Z., Wantong W., Yan J., Wang G., Ma K., Li S., Du S., Han S., Ma Y., Zhang D., Juxiu L., Liu S., Chu G., Zhang Q., Li Y., Huang W., Ren H., Lu X., y Chen X. 2019. Climate and litter C/N ratio constrain soil organic carbon accumulation. National Science Review 6(4): 746-757

 

8.      ¿Qué gran problema le gustaría abordar en los próximos 10 años?

Continuar con el estudio de Ecología del suelo en ecosistemas naturales (Bosques, selvas, matorrales, etc.) y de los suelos de ecosistemas ribereños por la gran relación que tienen con la vegetación riparia y el suministro de agua en cantidad y calidad adecuadas para el consumo de las comunidades humanas y otras actividades recreativas  y productivas.

 9.      ¿Cómo le gustaría que en el futuro fueran enseñadas y aplicadas las ciencias del suelo?

Que se explique que el suelo es un recurso tan vital como el agua, pero a diferencia de ésta que es un compuesto químico, se enfatice en su gran cantidad de factores y procesos que intervienen en su génesis, su desarrollo, su fertilidad, su conservación, rehabilitación, restauración y en general en su conocimiento para mantener sus funciones ecológicas.

La clasificación de tierras por capacidad de uso en ocho clases  que se planteaba ya desde la década de los 70´s y que tuvo su auge en los 80`s (asigna valores de 1 a 8 que al aumentar en la escala, indica disminución de aptitudes para la producción agrícola), minimizaba las tierras de clase 8 por carecer de aptitudes para la agricultura y éstas sólo debían dedicarse a la vida silvestre dando por descontado para ellas un valor de patrimonio natural bajo y, en cambio, las tierras de clase 1 como las más aptas para la agricultura, se les daba mayor valor.

Hoy día, conocedores ya de todo el valor del suelo que puede tener su multifuncionalidad, podemos preguntarnos ¿hay mayor importancia de unas tierras, clase 1, respecto a las otras, clase 8 o a cualquiera otra de la escala? Mi opinión es que No.

Todos los suelos son un patrimonio natural y sean las que fueran sus características y atributos son igualmente valiosos. A los edafólogos corresponde orientar a la sociedad para obtener de los suelos el mayor provecho, sin exponerlos a la erosión y a la degradación.

"Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra.". Jefe indio Seattle.

  10.  ¿Quieres dar un mensaje a los jóvenes edafólogos latinoamericanos?

Ser edafólogo ha sido maravilloso para mí porque me ha permitido cambiar la manera de pensar de mucha gente, que ahora ha ido incluyendo a los suelos en el grupo de recursos vitales.

En nuestras naciones latinoamericanas, los grupos étnicos que las habitan y los integrantes del mestizaje que hoy vivimos en ellas, hemos heredado apego a la tierra y a su cultura, por eso exhorto a los edafólogos jóvenes para que además de mantenerse actualizados en el contexto internacional de la ciencia edafológica, se den un buen tiempo para rescatar del contexto de las culturas latinoamericanas el respeto a la tierra (suelo), al agua y sentirse realmente parte de la naturaleza y no dueños de ella.

 Licenciatura: Biólogo ENEP Zaragoza, UNAM

Maestría: Maestro en Ciencias Edafología. Colegio de Posgraduados.

Doctorado: Doctorado en Ciencias (Biología).  Facultad de Ciencias, UNAM.

Redes sociales y académicas:

Titular del Subconsejo Académico Asesor  del Parque Nacional y Representante de la Red de Investigadores del Parque Nacional Iztaccíhuatl Popocatépetl


lunes, 15 de junio de 2020

Entrevistas a edafólogos mexicanos Dra. Elizabeth Solleiro Rebolledo

Dra. Elizabeth Solleiro Rebolledo 

1.      ¿Cómo te interesaste por primera vez en las ciencias del suelo?

Soy Ing. Geóloga, egresada de la Facultad de Ingeniería de la UNAM. Ahí en realidad, no nos enseñan nada del suelo (más que desde el punto de vista de la ingeniería civil). Cuando egresé, leí sobre la importancia de los suelos y me atrajo estudiarlos desde el punto de vista geológico (casi todos los edafólogos eran biólogos o químicos). Estudié, entonces la maestría en Edafología, en la UNAM y posteriormente, el doctorado en Ciencias de la Tierra, también en la UNAM.

Durante los estudios de maestría, llevé a cabo una investigación sobre la formación de suelos en ambientes volcánicos. Ahí encontrábamos, frecuentemente, suelos cuya génesis no correspondía a las condiciones actuales. Es así que me intereso por estudiar los paleosuelos: suelos formados en superficies del pasado, en condiciones ambientales diferentes a las actuales.

 2.      ¿Quién o quienes te ayudado a formarte como edafólogo?

Mis amigos y colegas del Instituto de Geología, M. en C.. Sergio Palacios Mayorga y el Dr. Jorge Gama Castro.

 3.      ¿Cuál fue el reto más difícil de superar durante el doctorado? y ¿cómo lo superaste?

Durante el doctorado tuve dos hijos. Entonces tenía que distribuir las tareas del doctorado con la crianza. Para mi ese fue el reto más importante de la vida personal y académica. Me da gusto que lo pude lograr.

 4.      Cuéntanos alguna anécdota sucedida durante tus estudios de doctorado.

Más que una anécdota, es una historia de vida, que me trajo muchas satisfacciones. Hice una estancia en la Universidad de Oregon, en Eugene, OR, bajo la tutela del Prof. Gregory Retallack, uno de los científicos más importantes en el tema de paleosuelos. Él me llevó al campo, en “Painted Hills”. Acampamos durante 4 días. Describimos las secuencias. Fue una experiencia impresionante, aprender con un grande de la Paleopedología. Además, he de comentar que en ese momento estaba embarazada de mi primer hijo.

5.      ¿En qué tema edafológico estás pensando ahora?

Normalmente estudio suelos del pasado, en un contexto más de investigación básica: cómo se formaron los objetos de estudio, cómo evolucionaron, qué grandes cambios del pasiaje ocurrieron, e inclusive, cómo los grupos humanos del pasado modificaron o se adaptaron a las condiciones ambientales presentes.

Sin embargo, ahora estoy involucrada en un proyecto para el mejoramiento de la calidad física de suelos en agroecosistemas. Aunque pareciera alejado de mi quehacer, en realidad, es similar, ya que tratamos de entender la evolución de los suelos, de manera natural y por las actividades humanas presentes. De esta manera, proponer manejos más acordes con la dinámica natural.

 6.      ¿Qué artículo reciente ha atrapado tu atención y por qué?

Más que un artículo, es una manera de hacer ciencia. Me impresiona mucho cómo grupos de científicos de Estados Unidos investigan. Paritipo en la reunión del Geological Society of America (GSA), sino cada año, cada que me es posible y he visto estudios muy interesantes. Ellos realizan un conjunto de análisis que les permite obtener modelos de evolución de los paisajes, basados en varios archivos e indicadores. Claro que está relacionado con contar con mayores recursos para la investigación. Desafortunadamente, en México disponemos de pocos recursos para llevar a cabo todos estos análisis, pues son costosos.

 

7.      ¿Qué gran problema le gustaría abordar en los próximos 10 años?

Me gustaría entender la evolución de los paisajes en el pre-Cuaternario, ya que mis investigaciones se centran en paleosuelos muy recientes. Me encantaría entrarle al tema de paleosuelos del Paleozoico o Mesozoico, por ejemplo, pues estos objetos requieren una metodología diferente a la que he aplicado.

 8.      ¿Cómo le gustaría que en el futuro fueran enseñadas y aplicadas las ciencias del suelo?

Se requeire de una educacuón integral, con aspectos teóricos y prácticos. Que los docentes enseñen en el campo las relaciones entre los elementos del paisaje y los suelos. Pero también que los alumnos aprendar a colectar datos de campo, que aprendan a interpretarlos, con base en la lectura de artículos académicos.

 9.      ¿Quieres dar un mensaje a los jóvenes edafólogos latinoamericanos?

Las Ciencias de la Tierra y, en particular, las Ciencias del Suelo, representan una alternativa interesante para los jóvenes. Entender al suelo y su funcionamiento puede proporcionar las herramientas indispensables para vivir en un planeta fuertemente impactado por el ser humano.

Licenciatura: Ingeniera geóloga, Facultad de Ingeniería, UNAM

Maestría: en Edafología, Facultad de Ciencias, UNAM

Doctorado: Ciencias de la Tierra, Instituto de Geología, UNAM

Facebook: Elizabeth Solleiro

Twitter: @EliSolleiro


lunes, 8 de junio de 2020

Entrevista a edafólogos mexicanos: La Dra. Patricia Fragoso


Dra. Patricia Fragoso Servón

1.      ¿Cómo te interesaste por primera vez en las ciencias del suelo?

 Desde pequeña he tenido la oportunidad de viajar por tren y carretera a muchos lugares de México, mientras todos dormían en el camino yo estaba pegada a la ventana, viendo el paisaje, los cultivos, los colores de los suelos me llamaban mucho la atención, así como los cortes de los cerros, sus formas, estratos y pensaba “cuando sea grande quiero saber que es todo eso”, por eso estudié Ingeniero Agrícola en la FES-Cuautitlán de la UNAM.

 2.      ¿Quién o quiénes te motivaron a estudiar las ciencias del suelo?

 Siempre me ha gustado mucho la química y el trabajo en laboratorio por ello las asignaturas con laboratorio eran mis preferidas. Cuando lleve el curso de Edafología teníamos una profesora de teoría y una de laboratorio y era en las prácticas cuando encontraba la lógica que me permitía explicar el porqué de esa edafodiversidad que había observado, como se dice coloquialmente “me caía el 20”.

Paradójicamente en Edafología a pesar de ser mi asignatura favorita fue donde obtuve mi calificación más baja como estudiante, pero esa es otra historia.

 3.      ¿Quién o quiénes te ayudado a formarte como edafólogo?

Por supuesto que mis maestras de Edafología en la UNAM las Doctoras Norma García, Irene Somers y Laura Bertha Reyes, ellas sembraron en mí el amor por los suelos. Mi director de tesis de licenciatura el Dr. Luis Varela con el que trabajé en Sonora en un proyecto sobre producción de espárrago en suelos áridos y salinos en el Valle del Yaqui.

Poco después vine a Quintana Roo y en la Universidad me invitaron participar en los Ordenamientos Ecológicos, por lo que había mucho trabajo por hacer, actualizar y muchísimas interrogantes. Así fue como conocí al Dr. Francisco Bautista, en un congreso buscando las respuestas a la edafodiversidad encontrada en una zona que se supone era plana y homogénea, cuando entré al doctorado lo busqué para que fuera mi director.

El Dr. Oscar Frausto (Geomorfólogo) y co-director quién me dijo “no mires solo para abajo, levanta la vista hay más cosa para ver y analizar”.

Hay muchos otros Edafólogos con los que he tenido la fortuna de tomar cursos, compartir experiencias o platicar de suelos como el Dr. Alfred Zinck, el Dr. Juan Gallardo, el Dr.  Peter Schad, el Dr.  David Palma,y muchos más.

Siempre hay algo nuevo que aprender en esta ciencia y como se dice “hay que juntarse con los buenos” y todos ellos lo son.

 4.      ¿Cuál fue el reto más difícil de superar durante el doctorado? y ¿cómo lo superaste?

 Creo que el tiempo. Yo no estudié el doctorado ni la maestría con beca, ni después de terminar la licenciatura, tuve que hacer mis pausas entre cada uno de ellos debido a que formé una familia junto a mi esposo lejos de nuestras familias. Como muchas mujeres, entre el trabajo y la familia nos queda poco tiempo disponible para estudiar, pero nunca olvidé mi sueño de hacer el doctorado, solo esperé un poco más y cuando mis dos hijos fueron más independientes ingresé al doctorado, encaminada hacia la Geografía de suelos. Recuerdo lo primero que el Dr. Bautista me dijo cuando le pedí que fuera mi director de tesis “acepto ser tu director solo si el doctorado es para disfrutarse, no para sufrirse”, ¡sabias palabras!

 Creo que esperar tuvo sus recompensas, toda la experiencia acumulada en los años de trabajar con suelos y la madurez, hicieron que el doctorado fuera más sencillo.

 5.      Cuéntanos alguna anécdota sucedida durante tus estudios de doctorado.

 Tengo muchas anécdotas, les comparto dos:

Mi director y codirector me animaron y apoyaron a probar una nueva metodología para estudiar y hacer mapas de suelos, el enfoque Geopedológico.  El enfoque considera la parte de la roca, relieve y el tiempo, ahí dónde no había datos a la escala de trabajo, había que obtenerlos. Utilizando la fórmula de Jenny me puse a analizar los cinco factores formadores, incorporando clima y vegetación a la base de datos de suelos. Tenía muchísimos datos para hacer los análisis estadísticos, mi computadora estuvo dos semanas día y noche trabajando sin parar hasta que ¡¡puummm!! se apagó y no arrojó ningún resultado… ya comprenderán mi angustia, ¡pero!, para mi fortuna la Universidad había adquirido un nuevo servidor y me permitieron probarlo con mis datos, nuevamente iniciamos el análisis y después de dos semanas de trabajo (y mucha angustia) salieron resultados, uno de los momentos más felices que he tenido.

El Dr. Frausto mi co-asesor me comento por correo que habría un congreso sobre zonas kársticas en España (la Península de Yucatán es la zona kárstica más grande del país), me dijo que él estaría por esas fechas en Europa y que sería bueno presentar algo y nos veríamos allá.

Como buena estudiante me puse a trabajar en el resumen de la ponencia, traducirlo, enviarlo y un poco después me llega la noticia de que fue aceptado para presentación oral, siguiente paso buscar apoyos y para aprovechar el viaje me puse en contacto con los investigadores de la Universidad de Málaga para poder hacer una estancia de investigación.

Cuando le comenté al Dr. Frausto las fechas y que estaba todo listo para vernos allá me dijo que “no podría asistir”, obvio, me sentí desprotegida en ese momento (cómo me deja sola, si él me dijo -pensé-), pero fui a Málaga, presente mi trabajo e hice una estancia en la cual pude ver lo que hacen en las zonas kársticas europeas como zonas de captación de agua y agrícolas) , hicimos recorrimos por carretera y a pie, medimos variables, vi suelos, usos y me permitió conocer cómo aprovechan ellos sus recursos, fue una excelente experiencia que me ha servido mucho y me permitió darme cuenta de que, no hay que tener miedo, hay otros que pronuncian el inglés peor que tú y son europeos, ¡si se puede!, solo hay que decidirse a hacerlo.

 6.      ¿En qué tema edafológico estás pensando ahora?

 Actualmente trabajo con el tema de los suelos como reservorios de carbono en las zonas tropicales y kársticas, en el tema del sargazo que arriba a la costa de Quintana Roo ¿es bueno o es malo para el suelo?, además de colaborar en varias otras investigaciones como el uso de la electrólisis en la movilidad de cationes en la zona raíz-planta y escribo un libro sobre la Geografía Física de Quintana Roo, tema de suma importancia para la construcción del Tren Maya.

 7.      ¿Qué artículo reciente ha atrapado tu atención y por qué?

Cuando inicie el doctorado mi director me pregunto ¿cuántos artículos lees a diario?, ¿x?, en ese momento tomé la decisión de leer un artículo al menos cada día, buena costumbre que conservo en la actualidad, leo de todo lo que tenga que ver con suelos y zonas kársticas, sea cual sea el tema, por supuesto mis temas preferidos son los de clasificación, elaboración de mapas digitales y almacenes de carbono.

 8.      ¿Qué gran problema le gustaría abordar en los próximos 10 años?

Las zonas kársticas tropicales no pueden analizarse como las zonas kársticas en zonas desérticas, ni como en las zonas tropicales típicas, la combinación de kárstica y tropical en México hacen que la Península de Yucatán sea única y es por lo que aquí hay mucho por hacer.

Los suelos de esta zona no pueden analizarse como en el resto del país, las metodologías que aborda la NOM-021 no siempre son efectivas en estos suelos, por ello debemos continuamente recurrir a otras técnicas, nuevas o antiguas, para que los resultados tengan sentido y puedan ser interpretados correctamente, es por todo esto que se deben elaborar las metodologías para determinar las propiedades físicas y químicas de los suelos tropicales kársticos en México.

Hay muchos temas que me inquietan y quisiera abordar, como Edafóloga y como Geógrafa uno de ellos es que no podemos hacer planeación, mapas de riesgos de inundaciones, huracanes, de resiliencia, modelación, hacer frente a una pandemia, etc. si no tenemos una base sólida de datos y mapas actualizados y a la escala adecuada, desgraciadamente aún no los tenemos.

 El uso de las nuevas tecnologías para la obtención de datos en campo y en laboratorio, los sistemas de información geográfica, la capacidad de las computadoras para análisis estadísticos nos facilitan el trabajo de elaborar mapas digitales en menos tiempo,  debemos tener caracterizados los suelos de todo el país a diferentes escalas (país, estado, municipio, ejido, parcela) para que los tomadores de decisiones tengan una base sólida para elaborar los programas de uso, aprovechamiento y manejo adecuados.

Hay que resaltar la importancia y ventajas del enfoque geomorfoedafológico para la generación de estos mapas digitales, ahora hay interés de INEGI por esta metodología.

9.      ¿Cómo le gustaría que en el futuro fueran enseñadas y aplicadas las ciencias del suelo?

La Edafología es una ciencia integral, no es una asignatura teórica de salón y pizarrón (ahora power point), la parte práctica tanto de campo como de laboratorio son fundamentales y debe de ser impartida por Edafólogos y no por profesionales que tengan una visión sesgada por su especialidad.

Los suelos son un sistema abierto y la suma de sus partes no es igual al todo nos dice la Teoría General de Sistemas.

El suelo, no es un tema exclusivo de Agrónomos (para cultivos) o Ingenieros civiles (construcción), sino de muchas licenciaturas para que tengan una visión integral, por ello la materia de Edafología debe incluirse de forma obligatoria en una gran cantidad de licenciaturas que ahora son solo optativas o que ni figuran en sus currículos (Biología, Ingenieros Ambientales, Arquitectos, Antropólogos, etc.)

10.  ¿Quieres dar un mensaje a los jóvenes edafólogos latinoamericanos?

La Edafología es un área que requiere de hombres y mujeres que estén dispuestos a trabajar en cuestiones teóricas, modelación, laboratorio y campo, no es un área de super especialistas de escritorio, computadora o equipo, es de gente que le guste integrar el conocimiento y responder a las preguntas ¿porqué, cómo, cuándo, dónde y para qué?

 Si eres mujer y tienes hijos pequeños, disfrútalos, crecen muy rápido, pero no te olvides de tus sueños, solo ten un poco de paciencia… solo es una pausa, la meta puede alcanzarse, hay tiempo.


 Licenciatura: Ingeniería Agrícola, Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, Universidad Nacional Autónoma de México

Maestría: Educación - Universidad Anáhuac

Doctorado: Geografía - Universidad de Quintana Roo

pfragoso@uqroo.edu.mx


lunes, 1 de junio de 2020

Entrevistas a edafólogos mexicanos: Dr. Rufo Sánchez Hernández


Dr. Rufo Sánchez Hernández

1.                 ¿Cómo te interesaste por primera vez en las ciencias del suelo?
Siempre he estado vinculado al conocimiento del suelo, provengo de una familia en donde mi padre se ha dedicado al cultivo de la tierra y fue ahí donde tuve mis primeros contactos, desde luego sabía que existía una ciencia llamada edafología. Posteriormente, durante la secundaria, preparatoria y la carrera de Ingeniería en Agronomía me fui adentrando más al estudio del suelo, pero sin lugar a duda, fue durante la maestría en donde descubrí lo extenso e interesante que es este campo de conocimiento, ahí empecé y hasta la fecha sigo estudiando suelos, en una carrera sin fin.

2.                 ¿Quién o quienes te motivaron a estudiar las ciencias del suelo?
Mi primer profesor de suelos es el Ing. Fausto Olmos, su segundo apellido no lo recuerdo, con él realicé mi primera descripción de un perfil, sin ninguna novedad que reportar, sería quizás porque era una asignatura más del mapa curricular de la Carrera de Ingeniero Agrónomo. Al término de mi carrera, después de un breve paso por la administración pública federal, ingresé a la maestría en Ciencias y fue ahí donde conocí a la persona que me motivó, con quien hice mis pininos en el mundo de la edafología y que además se ha convertido en un gran amigo, el Dr. David Jesús Palma López

3.                 ¿Quién o quienes te ayudado a formarte como edafólogo?
Son muchos, he tenido de la fortuna de haberme encontrado con grandes amigos, grandes expertos en de diferentes campos de la Edafología, de los cuales he aprendido tanto, si tuviera que mencionar algunos, lo hago pidiendo una disculpa de no mencionarlos a todos, pero cito a mis grandes amigos, colegas, colaboradores y maestros, los Dres. David J. Palma López, Víctor Manuel Ordaz Chaparro, Violette Geissen, Juan Fernando Gallardo Lancho, Francisco Bautista, pero reitero son muchísimos a quienes les agradezco.

4.                 ¿En qué tema edafológico estás pensando ahora?
Son varios, y es así porque son temas que están muy vinculados y se me hace muy difícil separar estos temas, por ejemplo, la estructura del suelo, la materia orgánica y el carbono del suelo, la conservación del suelo.

5.                 ¿Qué artículo reciente ha atrapado tu atención y por qué?
El artículo Soil structure and organic matter I. Distribution of aggregate-size classes and aggregate-associated carbon que publicó Johan Six y colaboradores en el año 2000, atrapó poderosamente mi atención, porque rompía los paradigmas de lo que se creía eran los mecanismos de la formación de la estructura, que habían impulsado Tisdalle y Oades a finales del siglo XX, no es un artículo reciente pero se mantiene vigente, de ahí que trato de seguir a este autor. Lo más reciente que ha publicado en colaboración es el artículo Whole-profile soil organic matter content, composition, and stability under cropping systems that differ in belowground inputs.

6.                 ¿Qué gran problema le gustaría abordar en los próximos 10 años?
Aunque colaboro en diferentes campos de la edafología con grandes amigos, considero que en mi línea de investigación todavía hay mucho por hacer, que el mejoramiento físico de los suelos a través de enmiendas orgánicas, esto por las grandes repercusiones que tiene sobre la conservación del suelo y para mantener la calidad y productividad de los suelos.
 
7.                 ¿Cómo le gustaría que en el futuro fueran enseñadas y aplicadas las ciencias del suelo?
Pues hay mucho por hacer en esta tarea, primero porque no se reconoce la importancia del suelo, eso hace que no se despierte el interés a los estudiantes de las diferentes ciencias  que requieren abordar el tema del suelo, a pesar de que sin el suelo no sería posible la vida y que sus funciones son incalculables, pero en definitiva su enseñanza es más en campo y en los laboratorios, el uso de tecnología que ayuden a la sistematización de grandes cantidades de datos, por ejemplos apps, además del desarrollo de instrumentos pedagógicos y lúdicos interactivos que puedan ayudar a introducir el tema del suelo desde temprana edad, ejemplo, desde la niñez en las escuelas.

8.                 ¿Cuál fue el reto más difícil de superar durante el doctorado y cómo lo superaste? 
Sin duda, los cálculos matemáticos, los sigo superando, pero desde ese tiempo he comprendido que es necesario hacer equipo, por fortuna siempre hay alguien dispuesto a ayudar, en ese sentido, siempre tuve compañeros que le sabían mucho a las matemáticas de alto nivel y pues me explicaban además de mis profesores que siempre fueron muy pacientes conmigo.

9.                 ¿Quieres dar un mensaje a los jóvenes edafólogos latinoamericanos?
Sí, que el suelo es un recurso finito y agotable, que es necesario cuidarlo para aspirar a mantener la vida en el planeta, que es un campo apasionante y diverso, divertido cuando se quiere, y que es necesario entrarle al estudio de este campo para poder manejarlo y conservarlos para bien de la humanidad, necesario para desarrollar de manera sustentable otras ciencias y actividades productivas.

Licenciatura: Ingeniero Agrónomo es Sistemas de Producción Agrícola. Instituto Tecnológico Agropecuario No. 28 (ITA No. 28), Tabasco.

Maestría: Maestría en Ciencias en Fruticultura Colegio de Posgraduados, Tabasco.

Doctorado: Doctorado en Ciencias en Edafología. Colegio de Posgraduados, Estado de México.

Posdoctorado:  Sistemas de producción Alternativo por el Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), Tabasco.

Redes sociales y académicas: correo electrónico: rusaher@hotmail.com; twitter: @RufoSnchezHernn; fasebook: Rufo Sánchez Hernández

Researchgate: https://www.researchgate.net/profile/Rufo_Sanchez-Hernandez 

Linkedin: https://www.linkedin.com/in/rufo-s%C3%A1nchez-hern%C3%A1ndez-5a22a566/

Nivel I en el Sistema Nacional de Investigadores.