Hace unos pocos años el
gobierno del estado de Michoacán instrumentó un programa de apoyo a
universidades para que realizaran proyectos de desarrollo en apoyo a las
comunidades rurales de zonas que en ese entonces ya presentaban signos de una problemática
social en descomposición. Fue así como comenzó el proyecto de apoyo a agricultores
y ganaderos del municipio de la Huacana, municipio dentro de la “Reserva de la
Biosfera Zicuiran Infiernillo”.
El proyecto pretendía
registrar el conocimiento local sobre los forrajes y plantear algunas formas
diferentes de producir forraje tomando como base la vegetación natural de selva
baja, así como generar dosis de fertilización de suelo mediante el análisis de
los mismos y considerando diversos cultivos, de esta manera se podría hacer un
mejor manejo de los recursos naturales (suelos, agua y vegetación) atendiendo a
la producción agrícola y pecuaria y disminuyendo los efectos adversos al
ambienta por el uso excesivo de fertilizantes y plaguicidas dentro de la zona
de amortiguamiento de la reserva de la biosfera Zicuiran Infiernillo.
Durante las visitas previas
de mis alumnos al campo una noticia se repetía constantemente: una gran
cantidad de mango y otras frutas se dejaban descomponer en el suelo, no se aprovechaba ese recurso. Ante
esta situación se decidió realizar un taller para que la gente aprendiera a
hacer refrescos embotellados como medio de aprovechamiento de las frutas de la
región.
Así fue como se elaboró la
siguiente lista de videos:
Introducción
Ingredientes para la
producción de refrescos y néctar
Fórmulas o mezclas
Producción de refrescos
Esta serie de videos y esta
reflexión vienen a cuento porque desde entonces ya se notaba que la situación
social estaba a punto de estallar, a los dos años se dieron a conocer las autodefensas.
Ahora existe un proyecto
federal de lucha contra el hambre y creemos que una forma de enfrentar el
problema del hambre en la región es mediante
la educación para la vida, la educación para atender los problemas
locales, como por ejemplo, enseñar en las escuelas secundarias las labres
agrícolas (manejo de tractor, elaboración de dosis de fertilización
considerando la calidad del suelo y el tipo de planta a cultivar, el
procesamiento de los productos del campo, el manejo postcosecha, la comercialización
y un amplio etcétera.
El proyecto generó una serie
de recomendaciones que deberían retomarse para no comenzar de cero en esa lucha
contra el hambre.
Cabe recordar que los
ingenieros y José Antonio Guzmán y Daniel Gutiérrez del Instituto Tecnológico Superior
de Tacámbaro colaboraron de manera desinteresada en este proyecto, muchas
gracias ingenieros.
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