jueves, 29 de diciembre de 2016

Los verdaderos enemigos de México no están fuera del país: la necesidad de participar en la política (Parte 2)

La desmovilización de la gente ante tantos actos de corrupción se da porque pocos, muy pocos, quieren entrar en la política.

La política puede definirse como  “una manera de ejercer el poder con la intención de resolver o minimizar el choque entre los intereses encontrados que se producen dentro de una sociedad”. Por su significado la política no es “mala”, sin embargo, la gente en la calle piensa que la política es una porquería y que todos los políticos son corruptos. Esta forma de pensar es promovida por las familias dedicadas a la política porque de esta manera no tienen competencia.

Unos datos que encontraras en internet: “Una investigación realizada por el diario El Universal da cuenta de que en los últimos 81 años, 88 familias han tenido el control de 455 posiciones legislativas federales. 53 de ellas han tenido presencia en el Congreso entre 9 y 18 años mientras que 35 de ellas han ostentado una legislatura entre 21 y 57 años”. “Son 230 legisladores pertenecientes a las castas que han dominado el Congreso desde 1934 señala el periodista Esteban David Rodríguez. Han sorteado reformas y partidos para prolongar su permanencia algunos hasta tienen asegurada la curul correspondiente a su clan, por la vía plurinominal (http://www.sdpnoticias.com/nacional/2015/05/05/mantiene-mexico-sistema-de-castas-88-familias-dominan-el-congreso-desde-1934).

Podemos pensar que los políticos “nos han robado la política”, la han desprestigiado tanto que la gente decente se aleja de ella. Esta situación es la que tiene al país postrado ante las decisiones de unas cuantas familias.

La política debe revalorarse para promover que la gente honesta y decente piense en la política como una actividad necesaria para el mejoramiento del país.

Otra declaración de los políticos corruptos a menudo hacen, es decir que la corrupción somos todos, que la población en general es corrupta, que el dar un soborno por pequeño que sea es corrupción, que copiar en un examen es corrupción, que ejercer el poder en favor de un grupo es corrupción y muchos ejemplos más. Y sí, eso también es corrupción, de bajo impacto, pero también se llama corrupción.  Sin embargo, esa corrupción no es ni la millonésima parte de la gran corrupción que hay en el gobierno, de la que nos cuentan los noticieros, esa corrupción que impide el funcionamiento de los hospitales, escuelas, universidades (Colegio de postgraduados, por ejemplo), policía, y un largo etcétera.

Los pequeños actos de corrupción deben ser castigados pero los castigos a los grandes actos de corrupción gubernamental deben ser ejemplares, está es una condición para lograr un mejor país.

Por otro lado, Política también significa «de, para o relacionado con los ciudadanos») es el proceso de tomar decisiones que se aplican a todos los miembros de un grupo. Así que cuando usted opina o comenta algo ya sea mediante las redes sociales o ante un grupo o ante su familia está haciendo política, no nos salvamos de hacer política. Lo que nos tenemos que preguntar es ¿Qué tipo de política hacemos? ¿Qué queremos que suceda con el país? ¿Cómo lo lograremos? 

La no movilización, el hablar mal de la política, el no tener reacción ante las injusticias y corruptelas que suceden en el país también es hacer política.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario