Ecología, edafología y geografía urbanas
Francisco Bautista
El problema
En los últimos tiempos y en todo el mundo la población
humana se ha estado concentrando en las ciudades, se transita de poblaciones
rurales aisladas, a asentamientos rurales y finalmente a asentamientos urbanos.
Así los paisajes rurales cambian a paisajes urbanos que se definen como áreas
con una población humana más del 50% del territorio construido y con una
densidad de población mayor de 10 individuos por hectárea, con una superficie de
territorio circundante denominada periurbana con un porcentaje de construcción menor al urbano pero mayor al territorio rural. El paisaje periurbano se
encuentra rodeado de paisajes rurales, de manera que está entre la ciudad y
el campo, y por lo tanto no cuenta con los servicios urbanos y se utiliza con
objetivos medioambientales o de servicios a las ciudades, como tratamiento de
residuos, deshuesaderos, plantas de tratamiento de aguas residuales, aeropuertos, autopistas, instalaciones ferroviarias, zonas militares,
panteones, parques, entre otros.
Las causas de este cambio de uso del territorio de paisajes
periurbanos y rurales convertidos en paisajes urbanos se atribuyen al
crecimiento natural de la población, a la migración de las poblaciones humanas
rurales a las zonas urbanas y periurbanas, migración masiva debido a eventos
extremos sociales y naturales. Esta situación lleva consigo cambios en el uso
del territorio, beneficios para la población humana urbana por la cantidad y
calidad de los servicios como educación,
alumbrado, agua potable, salud, etc. Pero también se presentan cambios en las
poblaciones de todos los demás organismos y alteraciones al ambiente que pueden
ser positivos o negativos para la población humana, como pandemias, acceso al
agua potable, disminución de la biodiversidad, desastres sociales-naturales,
problemas generados por alteraciones climáticas, entre otras muchas.
Figura 1. Paisaje periurbano
Ecología urbana
Ante el crecimiento de los paisajes urbanos tanto en
extensión como en densidad de población y ante el incremento de los problemas
ambientales surge la ecología urbana
como una ciencia emergente, de dicha disciplina se generan cuatro categorías de
Servicios Ecosistémicos Urbanos:
- Provisión de servicios, como producción de alimentos, agua y recursos genéticos
- Regulación de servicios, disminución de anomalías climáticas o eventos meteorológicos extremos, regulación de flujos de agua y tratamiento del agua
- Provisión de servicios culturales, como recreación , turismo, estéticos y espirituales
- Provisión de servicios de hábitat y soporte de servicios, como biodiversidad, polinización, flujos de materia y energía, entre otros.
En el mundo se están formando equipos interdisciplinarios
para abordar los problemas urbanos y periurbanos desde una perspectiva
ecológica.
Suelos urbanos
Por otro lado, los edafólogos
(profesionales que estudian a los suelos) también han generado información
científica relevante al manejo sostenible de los suelos urbanos, incluso han
reconocido el grupo de suelo Tecnosoles que a diferencia de los Antrosoles más
claramente influenciados por actividades agrícolas, presenta cambios profundos
en su morfología según la clasificación internacional de suelos denominada World
Reference Base (WRB, 2007).
Figura 2. Ejemplo de un Tecnosol, suelo colocado sobre un techo de un edificio para hacer un jardin
Los Tecnosoles son suelos cuyas propiedades están originadas
por su origen técnico, contienen una cantidad significativa de artefactos (algo
en el suelo reconociblemente hecho o extraído de la tierra por el hombre), o
están sellados por roca dura técnica (material duro creado por el hombre, que
tiene propiedades diferentes a la roca natural). Incluyen suelos de desechos
(rellenos, lodos, escorias, escombros o desechos deminería y cenizas),
pavimentos con sus materiales subyacentes no consolidados, suelos con geomembranas
y suelos construidos en materiales hechos por el hombre. Los Tecnosoles son
frecuentemente referidos como suelos urbanos, periurbanos o de minas. Ciudades,
caminos, minas, vertederos de basura, derrames de petróleo, depósitos de hollín
de carbón y otros semejantes, se incluyen en los Tecnosoles (WRB, 2007).
Aún estos Tecnosoles presentan funciones ambientales que
deben ser reconocidas y valoradas al interior de los paisajes urbanos y
periurbanos.
En los últimas dos décadas los edafólogos han estado hablando
de las funciones ambientales de los suelos,
que son: a) Producción de biomasa (alimento, fibra y energía); b) Reactor que
filtra, regula y transforma la materia para proteger de la
contaminación el ambiente, las aguas subterráneas y la cadena alimentaria; c)
Hábitat biológico y reserva genética de muchas plantas, animales y organismos;
d) Medio físico que sirve de soporte para estructuras industriales y técnicas,
así como actividades socioeconómicas
tales como vivienda, desarrollo industrial, sistemas de transporte,
recreo o ubicación de residuos, etc.; e) Fuente de materias primas que
proporciona agua, arcilla, arena grava, minerales, etc.; f) Archivo histórico y
geológico, que contiene restos paleontológicos y arqueológicos y evidencias
geológicas importantes para conservar la historia de la tierra y de la
humanidad y para conocer ambientes pasados; g) almacenaje de carbono orgánico
con influencia en la regulación del clima. Incluso se está haciendo software
para la evaluación de las funciones de los suelos ante el escaso número de
edafologós (ya les hablaré en otra
ocasión sobre este tópico).
Figura 3. Tecnosol amortiguando la contaminación por metales pesados, notece el cambio de color en el primer centímetro de profundidad.
Las funciones de los suelos, así como los servicios
ecosistemas deben entenderse como términos antropocéntricos y utilitarios, así
como para mejorar la comunicación de los científicos con las autoridades y con el
público en general sobre la importancia del suelo y de los ecosistemas.
Geografía
Por su parte, la geografía
brinda diversas herramientas conceptuales, metodológicas y tecnológicas, como escala,
paisaje, sistemas de información geográfica y análisis espacial, entre otras, que permiten un mejor entendimiento de los
procesos ambientales, sociales, económicos y políticos. La geografía puede
funcionar muy bien como puente entre disciplinas naturalistas, sociales, económicas, políticas y tecnológicas.
La geografía es imprescindible en la elaboración de
diagnósticos cuantitativos y cualitativos de las problemáticas ambientales. Cabe
recordar que los mapas son extraordinarias herramientas de comunicación y que
por lo tanto deberían tenerse en cuenta para la toma de decisiones certeras.
Figura 4. Mapa de conflictos de uso de la tierra en una parte de la Reserva de la Biosfera Zicuiran-Infiernillo, Michoacán, México
A manera de
conclusión
Los problemas de las ciudades, como casi todo problema real
y complejo, deben abordarse desde una perspectiva interdisciplinaria e incluso
transdisciplinaria, uniendo las habilidades de ecólogos, edafólogos, geógrafos,
ingenieros, arquitectos, hidrólogos y un amplio etcétera. En esta
ocasión solo he resaltado las disciplinas que me parecen emergentes; sin
embargo, las disciplinas tradicionales como la arquitectura y la ingeniería ya
están incursionando en los aspectos ambientales.
Las visiones disciplinarias de los problemas ambientales
traen nuevos enfoques y generan nuevos paradigmas de investigación y desarrollo;
son de suma importancia en la caracterización de los paisajes urbanos y
periurbanos; sin embargo, para hacer diagnósticos y pronósticos integrados
certeros se hace necesario trabajar en equipos interdisciplinarios.
Si lo
que se desea es encontrar soluciones a los problemas ambientales, se hace imprescindible
el trabajo transdisciplinario, es decir, incluir todo tipo de conocimiento lo
cual deberá incorporar el conocimiento de los anhelos, deseos y necesidades de los
habitantes de los paisajes urbanos y periurbanos. Hacer uso de la ciencia,
tecnología y sabiduría de manera integrada.
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Referencias
Breuste J., D. Haase y T.
Elmqvist. 2013. Urban landscapes and ecosistem services. En: Ecosystems services
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Constanza, Eds. Wiley-Blackwell. EEUU.
Blum, WEH, 1993. Soil Protection Concept of the Council of Europe and
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and T Hamers, pp37-47, Kluwer Academic Publisher, Dordrecht
IUSS Working Group
WRB, 2006. World Reference Base for Soil Resources 2006. World Soil Resources
Reports No. 103. FAO, Rome. 128 pp.
Szabolcs, I. 1994. The Concept of Soil Resilience. . In: D. J. Greenland
and I Szabolcs (pp. 33-40) Soil Resilence and Sustaiable Land Use. CAB Int.,
Bristol, UK, 561 pp.
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