Hace uso días recibí un documento publicado en
Nature (507: 163-165) titulado “Policy:
The art of science advice to government” que puede traducirse como “Política: El
arte de la asesoría científica para el gobierno”, escrito por Peter Gluckman, quien es el jefe
asesor científico en Nueva Zelanda, él ofrece sus diez
principios para la construcción de la confianza, influencia, participación e
independencia.
El documento es sumamente interesante, en él se desglosan
los diez principios que deben regir dicha actividad, y que son los siguientes:
1.
Mantener
la confianza de muchos.
2.
Proteger
la independencia del consejo.
3.
Informe
al mando superior.
4.
Distinguir
la ciencia para la política de la política para la ciencia.
5.
La
ciencia para informar en política, no para hacerla política.
6.
Privilegiar
la ciencia como un insumo para hacer una mejor política.
7.
Reconocer
los límites de la ciencia.
8.
Utilizar
la ciencia de manera imparcial no para defender causas.
9.
Involucrar
a la comunidad científica.
10. Involucrar a la comunidad política.
¿Por qué se hace
sumamente necesario considerar esos principios en el actuar de los asesores científicos
en política?
La respuesta se encuentra en los grandes temas
actuales de importancia en política pública, algunos ejemplos de
interés general son:
La erradicación de especies
invasoras en los ecosistemas; la contaminación por petróleo en alta mar; legalización de las drogas; calidad del agua; violencia familiar; obesidad; morbilidad en la adolescencia, suicidio; envejecimiento de la población; priorización de la educación en
la primera infancia; reducción del efecto invernadero; sostenibilidad de las actividades productivas; cambio
climático; conservación del suelo, entre otras.
En muchos de estos temas la gente
toma posiciones con base en sus valores y experiencia más que con base en
principios científicos ya que se reconoce que el conocimiento científico
es complejo e incierto. Sin embargo, tanto los valores como la
experiencia tienen su sesgo personal y de grupo, por lo que se antoja hablar de
complementariedad.
Este texto me recordó un encuentro con la secretaria
del medo ambiente del DF en la cual les presenté y di los resultados de un
estudio sobre los metales pesados en la Ciudad de México. Durante la entrevista
me preguntaron que si las concentraciones de metales pesados rebasaban las
concentraciones recomendadas por la EPA (agencia del medio ambiente
norteamericana), la respuesta fue que en la mayoría de los casos no. Los
resultados del estudio revelan que el vanadio se encuentra en concentraciones altas
de manera natural pero el plomo se encuentra en concentraciones altas por la
contaminación; ambos metales son potencialmente tóxicos, causales de cáncer. Lo
importante no es si rebasan la norma o no porque esos umbrales (valores de
referencia) son seleccionados de manera arbitraria, cada país tiene umbrales
diferentes en sus normas. Lo importante es que ambos metales se encuentran en
concentraciones que pueden hacer daño a la población y en el caso del plomo es muy claro el aumento comparado con una muestras local no contaminada o no expuesta a la contaminación.
Figura 1. Los casos de cáncer se encuentran al alza en el país y en el mundo
Por otro lado, a los gobernantes no les interesan
los detalles de los estudios ellos desean información confiable y rápida para
la toma de decisiones; información que no siempre está disponible. No es
posible saltarse el diagnóstico de un problema para generar recomendaciones
sobre dicho problema. Lo que sí es lamentable, es que cuando se identifica un
problema y los responsables se acercan a los científicos a pedir consejo, estos
en muchos casos en lugar de ofrecer recomendaciones de acción (diagnósticos
rápidos, recomendaciones rápidas) terminan proponiendo proyectos de
investigación de varios años de estudio.
Tomar decisiones y posiciones con base
en el conocimiento científico debe ser una prioridad; pero para ser escuchado
de manera permanente en las altas esferas del poder es menester mantenerse
cerca de los principios que nos comparte el profesor Glukman.
La liga para el acceso al documento completo es: http://www.nature.com/news/policy-the-art-of-science-advice-to-government-1.14838
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