Entrevista realizada por Reyna
Paz Avendaño
El grupo de científicos también ha detectado que el uso de fuego en suelos agrícolas degrada los minerales de la tierra y genera contaminación en los cuerpos de agua. Aunado a esto, señaló Francisco Bautista, investigador del CIGA, toda la información edafológica –datos obre suelos- obtenida hasta el momento servirá para crear los primeros mapas magnéticos del país.
¿Por qué nos interesan los metales pesados y generar los mapas?, se pregunta el investigador y responde: porque son causales de cáncer y en los últimos años los casos han aumentado en todo el mundo, entonces queremos indagar si los metales pueden ser los causantes, es decir, saber qué tanto afectan y cuáles son los más dañinos.
Para determinar la cantidad y qué partículas magnéticas están en constante contacto con el humano citadino, dijo, utilizan tres tipos de muestras: los suelos, los polvos urbanos posan sobre baquetas y pavimento, y las hojas de los árboles de ornato. “La importancia de estudiar el suelo y no directamente la atmósfera, es que en los suelos encontramos la contaminación histórica pues tienen la capacidad de atrapar los metales pesados”, explicó.
Francisco Bautista comentó que dichos metales en los polvos urbanos representan la contaminación de corto plazo, es decir, del día o de la semana, dependiendo del lapso en que se barren las superficies. Y aquellos absorbidos por las plantas, indican la contaminación atmosférica. “En ambos casos los contaminantes están disponibles y se respiran, por ende, vamos a llegar a un punto en que diremos que los polvos urbanos son residuos peligrosos”, aseveró.
MUESTRAS. Las ciudades que ya fueron estudiadas por el equipo de 60 investigadores de la UNAM, de España, Colombia, Francia y Uruguay, son: Mérida, Guadalajara, Morelia, Montevideo, Bogotá y Bilbao. Actualmente se encuentran sacando muestras en el Distrito Federal, Ensenada, Baja California, Toluca y en un futuro analizarán Mexicali –la más contaminada del país de acuerdo a bibliografía previa–, Villa Hermosa, Cozumel y Tuxtla Gutiérrez.
Los primeros resultados indican que Morelia tiene contaminación por cobre, cromo, níquel y estroncio, este último elemento también está presente en Guadalajara. Mientras que en Mérida, los estudios demuestran la presencia de titanio, plomo y zinc.
Sobre el Distrito Federal, indicó el también edafólogo del CIGA, que el 70% de la ciudad está contaminada. “Si tomamos la norma oficial de que 400 miligramos de plomo en un kilogramo de tierra representa el límite de concentración del metal, encontramos ese nivel de contaminación en algunas delegaciones, pero si comparamos entre una muestra control no contaminada con las demás muestras contaminadas, tenemos una contaminación que va del 70% y 80%”, detalló
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