viernes, 13 de septiembre de 2024

¿Qué significa vivir en el karst de la península de Yucatán?

 Las sociedades Campechana y Yucateca no saben vivir en el karst, viven como se podría vivir en cualquier ciudad del centro del país, en el derroche de agua, en el consumismo que generan montañas de basura y residuos, contaminando aire, suelo y agua. La sociedad Quintana Rooense está peor, allá la contaminación es mayor e incluye al mar.

En la península de Yucatán se vive muy cerca del acuífero
Las comunidades mayas contaminan menos, mucho menos, sin embargo, lo hacen. Existen casos de alta conciencia ambiental, pero también casos en los que se ha olvidado que la naturaleza es prestada, no posesión. Es por esto que acuñé la frase “Ni los que viven en el karst ni los que vendrán, saben vivir en el karst”.

Les explico, vivir bien en el karst significa tener conciencia de que hay vida arriba, en la superficie, pero también hay vida abajo, en el subsuelo. Lo que hagamos en la superficie repercutirá en el subsuelo.

Por ejemplo, si en la superficie tenemos ecosistemas “naturales” en el subsuelo tendremos agua limpia y los animales que allí viven podrán seguir en su hábitat, en su casa, pero si construimos nuestras casas y echamos nuestros desechos a la coladera, al hoyo, entonces contaminamos el subsuelo. Cuando usamos ácidos como el muriático o el fosfórico estos disuelven, destruyen la roca y se hacen hoyos. Muchos de los productos de uso personal, como el champú o shampoo, contienen substancias que son tóxicas para los animales y para los humanos si las bebemos. Es por eso que debemos pensar que el agua que usamos y contaminamos al desecharla en la regadera, en la tarja, en la alcantarilla la estamos echando al acuífero donde hay vida, donde viven animales grandes, chicos y muy chicos.


Lo que desechamos arriba llega al acuífero

Cuando además de casas hay granjas de pollos, cerdos o ranchos ganaderos, la contaminación puede llegar a ser mayúscula. ¿Qué los necesitamos para vivir?

Por supuesto que necesitamos comer proteína, pero debemos ser cuidadosos con los desechos porque abajo hay vida en los ecosistemas kársticos y porque de allí abajo sacamos el agua que bebemos y comemos, si, porque el agua la ingerimos con los alimentos.

Saber vivir en el karst significa ser responsable por el bien de todos, por eso también necesitamos autoridades responsables que vigilen que TODOS traten sus desechos, desde los hogares hasta las empresas, fábricas, industrias y granjas de todo tipo y tamaño.

Todos contaminamos, pero los más grandes contaminan más, mucho más y a veces de manera irreparable.

Urge hacer conciencia de lo que significa VIVIR EN EL KARST.

Comparte el enlace si lo consideras prudente.

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