El huracán Otis ocasionó grandes daños en la paradisiaca ciudad de Acapulco Gro, para la reconstrucción de la ciudad y municipios aledaño (Ayutla de los Libres, Azoyú, Copala, Cuajinicuilapa, Cuautepec, Florencio Villarreal, Igualapa, Juchitán, Marquelia, Ometepec, San Luis Acatlán, San Marcos, Tecoanapa y Tlacoachistlahuaca) se estima que se requerirán 500,000 millones de pesos. Además, se perdieron vidas y hay muchos desaparecidos.
La pregunta
es: ¿Por qué esa magnitud del desastre social y económico?
Las razones
de la magnitud de daño, del desastre social y económico radica en la pobreza. El gobierno de México, a través del
CENEVAL reconoce que en el estado de Guerrero solamente el 7.9% de la población
no es pobre, ni tiene vulnerabilidad alguna. Las otras palabras, el 66.4% de la
población es pobre, el 2.55% está en pobreza extrema, el 21.7% padece alguna
vulnerabilidad y el 4.0% tiene ingresos por debajo de la línea de pobreza. En
otras palabras, la vivienda del grueso de la población es precaria, mucha de
autoconstrucción.
El municipio de
Acapulco, que junto con sus vecinos son los más ricos y productivos del estado,
tiene un 87.8% de la gente no vive bien, pero además el 16.7% vive en pobreza
extrema. Solo el 47.7% tiene acceso a internet y el 5.75% es analfabeta. Se
habla Náhuatl, Mixteco, Tlapaneco, Amuzgo, con más de 1500 hablantes, así como
Zapoteco, Mazateco, Totonaco, Tsetal, Tarasco y Maya con hasta 500 hablantes.El estado de
Guerrero es de los más pobres del país y, la joya de la corona guerrerense, su
municipio más productivo que es Acapulco, también presenta grandes carencias.
Está claro que
los técnicos especialistas en casos de riesgo fallaron, que los encargados de
cuidar el crecimiento de la ciudad mediante la aplicación del reglamento de construcción
fallaron, que el atlas de riego es un documento con grandes carencias, que las
alertas no se tomaron en serio, que los departamentos o centros encargados de
la protección civil de los tres órdenes de gobierno fallaron en el desalojo de
las personas para llevarlos a los refugios, que los refugios no fueron construidos
como tales y un amplio etcétera.
El peligro (huracán)
fue mayúsculo y rápido, pero la vulnerabilidad de la población fue extrema, por
lo que el riesgo y desastre también lo fueron.
El problema es el
tipo de desarrollo social, de gran desigualdad, del abandono de Guerrero, de Acapulco
y de municipios vecinos. Una gran belleza
natural, geográfica y paisajística, pero un pésimo desarrollo desde siempre.
Si se desea que
estos grandes desastres sociales no sucedan en el mismo lugar y en los demás municipios costeros del país tanto del lado del océano pacífico, como del océano atlántico, debemos
mejorar el sistema económico que privilegia a unos pocos y perjudica a muchos. Como estaos en el país, con mucha pobreza no hay defensa ante los embates de la naturaleza, como los terremotos y los huracanes. No le echen la culpa al cambio climático, eso es muy fácil, si se buscan culpables, los encontraran en los que por décadas han propiciado la gran vulnerabilidad social. He dicho.

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