miércoles, 15 de enero de 2025

Pronósticos ambientales para el 2025 en Yucatán: Falta de agua, incendios, colapsos, inudaciones, problemas de salud y protestas

La Dana o la gota de agua fría como le llaman a las lluvias torrenciales en Valencia dejaron cientos de muertos y pérdidas millonarias de la población valenciana. La Dana es un fenómeno conocido que se encuentra documentado en los libros de texto de geografía, no son nada nuevo, no es o no fue el cambio climático. Lo que sucedió es que se desatendió el cuidado del ambiente, las estaciones meteorológicas, los satélites, el personal técnico calificado, el descuido de las presas, la construcción de vivienda en humedales, el desvío del río, en fin, el mal manejo del territorio fue lo que ocasionó la desgracia, el pésimo manejo del riesgo, dirían los geógrafos. Las Danas seguirán ocurriendo, no las podemos detener, pero si se puede mejorar, con mucho, la vulnerabilidad.

En California se conoce muy bien la época seca, los vientos de Santa Ana, los incendios se presentan periódicamente, se sabe que el fuego se puede propagar con facilidad, se sabe que los materiales construcción pueden funcionar como combustible en caso de incendio. No, no fue el cambio climático, no se engañen, ni se dejen engañar. 

Entonces ¿Qué pasó? 

La vulnerabilidad se descuidó, no se manejó adecuadamente el bosque (hojarasca, madera seca), no se hicieron las brechas corta fuegos, no hubo prevención, el bosque se desatendió. Las presas secas por el uso agrícola del agua de algunos acaparadores (ya me acordé de las concesiones de agua en la PY), sin avionetas cisterna, sin bomberos. Por si eso fuera poco, hubo disminución y desvío de presupuesto, deficiente manejo de los cuerpos de protección civil, en lugar de técnicos altamente capacitados (como se esperaría de un país del norte global), pero tienen gente sin experiencia y de plano incompetente, aquí no entraré en detalles porque se me acusaría de machista. 

¿Qué debemos aprender los habitantes y gobernantes de la península de Yucatán?

En estos momentos (2024 y 2025) hay obras que podemos verlas como desarrollo cuando se planean y hacen bien, pero si el crecimiento de la población es con desorden, sin planeación, entonces estaremos construyendo la vulnerabilidad antes los fenómenos naturales.

Las preguntas serían ¿Cómo? ¿Cuando? ¿Dónde? ¿Cuánto? y ¿Qué construir?

Para responder estas preguntas se requiere un conocimiento preciso y profundo del territorio, relieve, suelos, clima, subsuelo, acuíferos, biota y capacidades productivas, ente otros. 

Se vislumbra el crecimiento en las refresqueras, cerveceras, granjas porcícolas y avícolas, ranchos ganaderos, parques de diversiones, parques industriales, hoteles, fraccionamientos habitacionales, las nuevas ciudades o el crecimiento de las que ya existen, cercanas a las estaciones del tren maya, puertos aéreos y marinos, infraestructura necesaria para mover insumos y salida de productos, mano de obra,  entre otros. 

No es sustentable dejar a la iniciativa privada la planeación del desarrollo, ellos solo tendrán en la mira la rentabilidad de los proyectos, no la sustentabilidad, hay que tener claro esto. El nuevo POET fue realizado así, con base en los intereses de particulares, dejando de lado el conocimiento científico.

Un minucioso inventario de recursos naturales, sociales y económicos espacialmente explicito, es decir, con mapas precisos y preciosos (me acorde un buen amigo que así decía), haciendo partícipe a las comunidades humanas que ya ocupan y usan el territorio.

¿Qué problemas se podrían presentar?

Inundaciones en lugares previsibles, como el norte de la península del periférico meridano hacia la costa, en las partes bajas de Quintana Roo, como los humedales y en grandes superficies de Campeche con predominancia de Gleysoles y Vertisoles, los famosos "Bajos inundables".

Los colapsos en suelos kársticos por casas, edificios, calles y carreteras, serán pequeños los colapsos en las costas (dije costas no la zona del litoral) de los Yucatán y Quintana Roo y los colapsos serán de gran tamaño y profundidad en tierra adentro en Campeche y Quintana Roo.

Los incendios en toda la  península, vienen sucediendo desde el 2021, pero en el 2024 la contaminación por los gases tóxicos fue tremenda, desde los aviones se veía una gran nube de humo cubriendo la península de Yucatán. La quema agrícola participa en la cantidad de humo, pero hay que considerar que los agricultores tradicionales son expertos en el manejo del fuego. Los incendios provocados por las constructoras son los que ocasionan los mayores perjuicios al ambiente, a la biota y a la gente. En abril y mayo la atmosfera de la península de Yucatán se llenará de humo de nuevo, como siemre pero ahora con mayor intensidad, recuérdenlo y protéjanse. Las autoridades deberían instrumentar medidas de contingencia en las ciudades, programación de la quema agrícola, advertir a los desarrolladores que se considera un delito la quema de la selva, verificación vehicular, por ejemplo.

Los problemas sociales por la sobre extracción del agua dulce y por la contaminación de los acuíferos, escases de agua y agua contaminada serán los problemas, solo hay que recordar que esos problemas cada vez son mayores, ya llegó la hora cero para Homún, Honucmá, Sitilpech y la costa yucateca son claros ejemplos.

La conservación de las áreas naturales protegidas serán claves, allí se conserva la biota, relieve, suelos y agua, el agua potable que consumirán los 5,107,246 habitantes que había en el año 2020 más los 1,857,985 habitantes más llegarán a la península de Yucatán por el 25% de crecimiento. Gran población, grandes problemas sino hay planificación del crecimiento. La península de Yucatán es un territorio kárstico que no aguantaría un manejo intenso con tanta población y en el desorden.

Los problemas socioambientales no serán por el cambio climático, no se dejen engañar, ese es el villano favorito de las autoridades para evadir su responsabilidad. 

Coman frutas y verduras, y que dios le agarre confesados.




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