Desde el 2021 el proyecto “Xibalbá” -parque temático de la empresa Xcaret- promovido en Valladolid Yucatán, ha llamado la atención de las autoridades ambientales y con mucha razón. La península de Yucatán está constituida geológicamente por rocas solubles, donde el agua lluvia va disolviendo poco a poco la roca, generando las oquedades, conductos, cenotes, cavernas, que los científicos llaman karst. En estos paisajes geográficos kárstico son muy importantes porque se pueden encontrar cuerpos de agua en superficie llamados cenotes y el agua subterránea a unos cuantos metros de profundidad.
Desde el punto de vista histórico y cultural, los cenotes y las cuevas representan la entrada al inframundo Maya, quienes lo denominaron Xibalbá. La definición más simple de Xibalbá es “el lugar de los muertos” pero también se refieren al inframundo, lo asocian como un lugar sagrado donde se origina la vida, es decir, para los mayas no había como tal un principio y fin, sino más bien un estado cíclico.
¿Por qué a los habitantes de la península, nos debe interesar conocer y entender nuestra geografía física e histórica?
Porque en la medida que comprendamos la
importancia de nuestros PAISAJES NATURALES (cenotes, aguadas, cuevas,
hondonadas, etc.), y CULTURALES
(usos a través del tiempo) es en esta medida que vamos a entender la necesidad de valorar y proteger de los diversos
impactos que amenazan el entorno.
Fotografías de la manifestación de impacto ambiental del parque |
La conversión de los paisajes naturales de dichos lugares sagrados a parques temáticos conlleva la modificación extrema del karst, es decir, la muerte del ecosistema (ECOCIDIO) y la profanación de la cultura, destrucción disfrazada de atracciones “ecoturísticos”. Lamentablemente esos parques son famosos y exitosos a causa del desconocimiento del verdadero valor geológico-geomorfológico y cultural.
La destrucción de los ecosistemas kársticos y de los sitios sagrados en Quintana Roo son ya irreparables y ahora se extiende al estado de Yucatán, donde ahora se construye el parque “Xibalbá”, se utilizará esta palabra-concepto Maya para nombrar un parque que lo destruye: una profanación más.
En la construcción del parque Xibalbá se eliminó la vegetación natural, suelos, relieve y los flujos de agua subterránea. Mediante dinamita se abrieron caminos, hicieron túneles, se unieron cenotes: una transformación total del karst con la casi totalidad de eliminación de vida acuática y cavernícola.
El proyecto de parque contempla todo un sistema de proyección de videos y audios al interior del subsuelo. ¿Por qué incluir videos y sonidos artificiales cuando en un ámbito natural lo que deberíamos disfrutar es el paisaje y escuchar los sonidos propios de la Naturaleza?
Las alteraciones de los flujos hidrogeológicos subterráneos conlleva el uso de filtros y aireadores para simular los procesos naturales, como la circulación y la aeración del agua. El desconocimiento y/o la negligencia en su uso de la infraestructura hidráulica ha ocasionado accidentes letales en el pasado en ese tipo de parques.
Se invita a la población a la verdadera valoración de los paisajes kársticos NATURALES. En Yucatán hay varias opciones de turismo comunitario donde las intervenciones en el karst son mínimas, incluso rústicas, donde se respetan estos sitios sagrados. Este tipo de turismo es el que el gobierno municipal, estatal y federal deberían apoyar, porque representaría el verdadero impulso a la economía local muy diferente a los salarios de pobreza que pagan a los trabajadores de los parques.
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