viernes, 29 de abril de 2022

Sélvame del puerco: el conflicto ambiental y de salud en Yucatán

 La porcicultura en Yucatán es de las actividades agropecuarias más importantes, ocupa el tercer lugar a nivel nacional. Las megagranjas porcinas o también llamadas fabricas de cerdos llegan a tener poblaciones de 30 a 50 mil marranitos, consumen una gran cantidad de agua, más del millón y medio de litros diarios, y que luego la que descargan llena de materia fecal por lo que es de alto potencial de contaminación de aire, suelo y agua, contaminación por arriba, por abajo y a nivel de suelo, lo cual ocasiona problemas ambientales, ecológicos y de salud de las poblaciones mayas. Y  los salarios creados son de miseria, no se vayan con la finta del desarrollo, se trata del saqueo y del empobrecimiento de la gente, de los mayas.

La falacia del cerdo bueno con granjas
grandes y cerdo malo con granjas chicas
No hay gente famosa que pida justicia, en este asunto no hay campañas a favor del ambiente, no hay campañas a favor de la vida silvestre, no hay defensores de los cenotes, no hay defensores de los árboles de la selva, no hay defensores del karst, no hay defensores de los pobres. Son los mayas, la población afectada, la que está alzando la voz con ayuda de abogados que si luchan por la justicia y si, si los hay.

Si se hiciera una campaña el lema sería: "Sélvame del puerco" pero quedaría corto, tendríamos que agregar Sélvame de los malos gobernantes, de  los corruptos que regalan el agua, de los malos profesionistas que hacen las manifestaciones de impacto ambiental a modo, de los periodistas que callan sobre la contaminación, de la indiferencia de los partidos por los males de los pobres.  

Pero no solamente salvemos a la selva, también a la población pobre. ¿por qué nos importa más la selva que la gente?

No estoy en contra de la porcicultura cuando se hace bien, con su respectiva manifestación de impacto ambiental, con su autorización, con la anuencia de las comunidades mayas, con un cabal control de sus contaminantes en los lugares adecuados no vulnerables a la contaminación. 

Me declaro fan de la cochinita pibil, del lechón con cascarita y del kastakán, pero también soy adversario del saqueo del acuífero maya, que ya está contaminado, y del mayor empobrecimiento de la gente, ya de por si pobre. 

Justicia, solidaridad y empatía para con estas poblaciones mayas. 

  




  

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